Diario de un pony V.3 - Lun Mayo 21, 2018 12:53 am
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~Todas las imágenes de mis ponies AQUI~
#T2MLP
John y el T-800 llevan a Sarah dentro de la fábrica fundidora; al entrar, una fuerte onda de calor golpea sus rostros. La temperatura parece afectar a Sarah, quien gime de dolor y tropieza, pero John la detiene antes de caer.
John: ¡Vamos! ¡Tú puedes hacerlo!
El T-1000 ingresa al sitio pero, al pisar una parte pintada con franjas amarillas y negras, sus cascos adquieren en automático su apaciencia, al parecer de manera involuntaria, como si el congelamiento extremo hubiera afectado su funcionalidad. Sarah se detiene a descansar ayudada por John, pero no pasa mucho tiempo antes de que el T-1000 los descubra y comience a correr hacia ellos. El T-800 decide hacer tiempo para John y Sarah.
T-800: Corran. ¡Ahora!
John jala a su madre para empezar a correr, pero ella muestra mucha dificultad para lograrlo; desde su lugar y con movimientos torpes, el T-800 intenta apuntar su lanzagranadas hacia el T-1000, pero él es más rápido, lo desarma de un puñetazo y ambos empiezan a pelear cuerpo a cuerpo; el T-800 logra sujetar al T-1000 y lo azota contra una pared para tratar de someterlo sujetándolo por la espalda, pero el T-1000 muta de tal forma sobre él mismo que, en menos de un segundo, lo está mirando frente a frente y logra patearlo hacia atrás. Mientras ellos pelean, John los ve a la distancia y trata de ayudar a su madre a escapar, aunque el intenso calor del sitio, debido a las calderas, dificultan su misión. El T-1000 logra empujar al T-800 hacia unos engranes gigantes, los cuales atrapan uno de sus brazos entre sus dientes y lo atoran. Una vez libre de su oponente, el T-1000 ve a John y Sarah tratando de huir, luego ve el arma que el T-800 tiró al suelo, la levanta y les dispara; el disparo falla por poco, pero golpea y hace estallar un contenedor lleno de piezas metálicas, las cuales caen sobre los otros dos, por lo que Sarah empuja a John hacia adelante para que se libre del derrumbe.
John: ¡Mamá!
Ambos logran salvarse de ser aplastados, pero son separados por los escombros que han bloqueado el paso, así que Sarah le ordena a John que se vaya; el T-1000 tira el lanzagranadas y camina rápidamente hacia Sarah como si tuviera un plan distinto a matarla; Sarah logra sacar un revólver y le dispara repetidas veces a la vez que respira con cansancio, pero esto no afecta mucho al T-1000 quien finalmente llega con ella, crea un pico metálico con uno de sus brazos y se lo entierra en el hombro mientras la acorrala contra una pared; por lo mismo, Sarah grita de dolor.
Voz de John: ¡Mamá!
Sarah intenta desenterrarse el pico del hombro mientras el T-1000 crea un segundo pico con su otro brazo y lo acerca peligrosamente a su cara; él la observa con un rostro inexpresivo, pero a la vez siniestro.
T-1000: Llama a tu hijo, dile que venga si es que quiere salvarte.
Sin embargo, el T-1000 recibe un fuerte golpe en la cabeza con una barra de metal que lo aleja de Sarah: se trata del T-800, quien ha logrado liberarse de los engranes a cambio de perder su brazo atrapado y sostiene con el brazo restante la barra de metal con la cual lo golpeó. Sarah, casi al borde del colapso por sus heridas, logra ponerse de pie y se aleja de ahí mientras los otros dos pelean; el T-1000 esquiva los "batazos" de la barra, se acerca a una viga metálica suspendida en el aire por cadenas y se la avienta al T-800, quien es aplastado contra la pared con ella y esto rompe su pecho metálico y lo hace tirar la barra al suelo; la viga regresa como péndulo hacia el T-1000 y él la usa repetidas veces contra el T-800, quien recibe cada vez más daño con cada golpe hasta que no puede mantenerse en pie, se inclina y eso provoca que la viga casi aplaste por completo su cráneo metálico contra la pared, lo que descarna la mitad derecha de su rostro y daña su CPU. El T-800 cae al suelo y comienza a arrastrarse lenta y lastimosamente; a pesar de su mal estado, su ojo derecho, descarnado y rojo, brilla con determinación. Sin embargo, el T-1000 sujeta la barra metálica con la que lo atacaba, se acerca al T-800 y se la entierra con mucha fuerza por la espalda hasta atravesar el piso de reja metálica en donde están parados, por lo que lo deja clavado ahí. Momentos después, el ojo rojo del T-800 se apaga y el Terminator se queda inmóvil.
Mientras tanto, John sigue buscando una salida pero se detiene al ver que ha llegado casi a la orilla de un contenedor que abajo, en su interior, tiene metal fundido que arde al rojo vivo. Luego, él escucha el llamado de su madre a sus espaldas.
Sarah: ¡John! ¿Me escuchas? ¡¿Dónde estás?!
El sistema operativo del T-800 parece volver a funcionar de nuevo, debido a que su visión se enciende nuevamente, al igual que su ojo rojo; él se desentierra lentamente la barra que lo aprisiona jalándola hacia abajo y mira el lanzagranadas tirado a unos metros de él. Al mismo tiempo, en donde se encuentra, John voltea hacia atrás y mira a su madre malherida, quien camina de manera torpe hacia él.
John: ¡Mamá!
Sarah: Ayudame, amor...
Sarah sigue tambaleándose para llegar a su encuentro; John se dispone a correr hacia ella pero se detiene al ver a otra Sarah idéntica llegar por detrás de la primera Sarah; la segunda Sarah tiene un revólver. John duda sobre quién es la verdadera hasta que nota que los cascos de la primera Sarah parecen mimetizarse un poco con el piso del lugar. La segunda Sarah le da una orden en voz alta.
Sarah: ¡A un lado, John!
John: ¡Dispara!
John brinca para hacerse a un lado mientras Sarah comienza a dispararle repetidamente a la Sarah falsa, quien rápidamente toma la forma común del T-1000. La potencia de los disparos empuja al T-1000 paso a paso hasta llegar a la orilla del contenedor. Sarah, cuyos ojos brillan con la intensidad de las llamas, está a punto de rematarlo y obligarlo a caer al metal fundido cuando escucha el "click" del cartucho vacío de su arma. John corre hacia ella y la abraza mientras mira cómo el T-1000 comienza a recuperarse de los disparos. Sin embargo, escuchan pasos pesados a sus espaldas y, al voltear, ven al T-800 caminar lentamente hacia ellos mientras apunta el lanzagranadas hacia el T-1000. Sin decir nada, el T-800 dispara una granada que le estalla en el estómago al T-1000, la cual lo divide en dos pedazos metálicos de la cintura para arriba, como si fuera la cáscara de un plátano; el T-1000 los mira con mucha sorpresa, pierde el equilibrio y resbala de espaldas hacia el metal fundido del contenedor. En cuanto cae a la masa hirviente, el T-1000 comienza a generar un agudo chirrido aturdidor, casi como si gritara horrorizado; al mismo tiempo y mientras se derrite, empieza a mutar rápidamente y sin control en la apariencia de todas sus víctimas gritando, en un espectáculo perturbador que termina cuando su cuerpo se disuelve por completo en el metal fundido.
Sarah: ¿Estás bien, John?
John: Sí. ¿Tú?
Sarah: Viviré.
Ellos ven al T-800 caer al suelo tras haber hecho ese último esfuerzo titánico, por lo que Sarah y John se acercan a él.
T-800: Necesito vacaciones.
Ellos lo ayudan a levantarse y a acercarse a la orilla del contenedor, para asomarse dentro. El T-800 analiza el metal fundido con su visión térmica.
John: ¿Está muerto?
El Terminator termina de analizar y asiente levemente.
T-800: Aniquilado.
John recuerda algo, busca la mochila que tienen con ellos, la abre, saca el brazo metálico que robaron de Industrias Stark y se acerca a la orilla.
John: ¿Se derretirá también si lo lanzo?
T-800: Sí. Lánzalo al contenedor.
John obedece y avienta el brazo, el cual se hunde con lentitud en el metal fundido hasa desaparecer.
Sarah: Al fin terminó.
T-800: No, todavía queda un chip y también debe ser destruido.
El Terminator se señala su cabeza; John da un respingo y niega rápidamente.
John: ¡No, no, no! ¡Quédate con nosotros, estaremos bien!
T-800: Lo lamento, John. Mi chip debe ser destruido también, mi misión ha terminado.
Los ojos de John se llenan de lágrimas y comienza a llorar.
John: No lo hagas, por favor...
El T-800 voltea a mirarlo y fija su brillante ojo rojo en él.
T-800: Tiene que terminar todo aquí... o yo seré el futuro.
John: *niega* ¡Te ordeno que no lo hagas!
El T-800 se acerca más a John, quien se enfoca en el otro ojo, el que luce "vivo". El Terminator le seca una de las lágrimas con su casco.
T-800: Ahora sé por qué los ponies lloran, pero no puedo permanecer aquí.
Sin más que hacer, John abraza al T-800 con fuerza; él responde al abrazo. Luego, el Terminator se separa de John y le ofrece su casco a Sarah a modo de despedida. Ella choca su casco con un gesto firme y de respeto.
T-800: Adiós.
El T-800 ve un gancho metálico cerca que cuelga de una cadena, justo arriba del contenedor de metal fundido. El T-800 se acerca a él, pisa el gancho a modo de soporte y queda suspendido de la cadena con un brazo elevado sobre su cabeza mientras le da instrucciones a Sarah. Sarah entiende lo que tiene que hacer, así que toma un control y acciona el mecanismo con un botón; la cadena comienza a descender lentamente hacia la masa incandescente mientras John mira todo con ojos llorosos y desconsolado. Lo primero en entrar al metal fundido son sus piernas, seguido de su abdomen, hombros, cuello, cabeza y el brazo elevado hasta el final. El T-800 hace una última seña de aprobación con su casco antes de que éste desaparezca; desde la perspectiva del Terminator, el calor alcanza su CPU y su visión se apaga para siempre. Sarah abraza a John para reconfortarlo y luego ambos abandonan el lugar a la vez que escuchan sirenas a la distancia. Mientras se escabullen para huir sin ser vistos, Sarah piensa en silencio en todo lo que han vivido.
Carajo, qué peliculón.
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Reportes
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- Cinnamon, Vocaloid Luka, Patty y Dr. Gray:
Cinnamon Spice y Cynthia (Breezie) / Vocaloid Luka / Patty / Doctor Gray
*****Puntos: 759 / 738 / 450 / 300
- Nocturn, Dot, Atta y Storm:
Nocturn / Dot / Reina Atta / Storm
*****Puntos: 713 / 667 / 635 / 672
- Holly, Trish y Nero:
Holly / Trish / Nero
*****Puntos: 658 / 553 / 428
- Meiling Li, Dante, Vergil y Syaoran Li:
Meiling Li / Dante / Vergil / Syaoran Li
*****Puntos: 445 /587 / 579 / 446
- Kenshin Himura, Shura Kirigakure, Neville Longbottom, Ryoga:
Kenshin Himura / Shura Kirigakure / Neville / Ryoga
*****Puntos: 317 / 295 / 199 / 175
- Rei Ayanami, Ahome (Kagome):
Rei Ayanami / Ahome
*****Puntos: 118 / 118
#T2MLP
John y el T-800 llevan a Sarah dentro de la fábrica fundidora; al entrar, una fuerte onda de calor golpea sus rostros. La temperatura parece afectar a Sarah, quien gime de dolor y tropieza, pero John la detiene antes de caer.
John: ¡Vamos! ¡Tú puedes hacerlo!
El T-1000 ingresa al sitio pero, al pisar una parte pintada con franjas amarillas y negras, sus cascos adquieren en automático su apaciencia, al parecer de manera involuntaria, como si el congelamiento extremo hubiera afectado su funcionalidad. Sarah se detiene a descansar ayudada por John, pero no pasa mucho tiempo antes de que el T-1000 los descubra y comience a correr hacia ellos. El T-800 decide hacer tiempo para John y Sarah.
T-800: Corran. ¡Ahora!
John jala a su madre para empezar a correr, pero ella muestra mucha dificultad para lograrlo; desde su lugar y con movimientos torpes, el T-800 intenta apuntar su lanzagranadas hacia el T-1000, pero él es más rápido, lo desarma de un puñetazo y ambos empiezan a pelear cuerpo a cuerpo; el T-800 logra sujetar al T-1000 y lo azota contra una pared para tratar de someterlo sujetándolo por la espalda, pero el T-1000 muta de tal forma sobre él mismo que, en menos de un segundo, lo está mirando frente a frente y logra patearlo hacia atrás. Mientras ellos pelean, John los ve a la distancia y trata de ayudar a su madre a escapar, aunque el intenso calor del sitio, debido a las calderas, dificultan su misión. El T-1000 logra empujar al T-800 hacia unos engranes gigantes, los cuales atrapan uno de sus brazos entre sus dientes y lo atoran. Una vez libre de su oponente, el T-1000 ve a John y Sarah tratando de huir, luego ve el arma que el T-800 tiró al suelo, la levanta y les dispara; el disparo falla por poco, pero golpea y hace estallar un contenedor lleno de piezas metálicas, las cuales caen sobre los otros dos, por lo que Sarah empuja a John hacia adelante para que se libre del derrumbe.
John: ¡Mamá!
Ambos logran salvarse de ser aplastados, pero son separados por los escombros que han bloqueado el paso, así que Sarah le ordena a John que se vaya; el T-1000 tira el lanzagranadas y camina rápidamente hacia Sarah como si tuviera un plan distinto a matarla; Sarah logra sacar un revólver y le dispara repetidas veces a la vez que respira con cansancio, pero esto no afecta mucho al T-1000 quien finalmente llega con ella, crea un pico metálico con uno de sus brazos y se lo entierra en el hombro mientras la acorrala contra una pared; por lo mismo, Sarah grita de dolor.
Voz de John: ¡Mamá!
Sarah intenta desenterrarse el pico del hombro mientras el T-1000 crea un segundo pico con su otro brazo y lo acerca peligrosamente a su cara; él la observa con un rostro inexpresivo, pero a la vez siniestro.
T-1000: Llama a tu hijo, dile que venga si es que quiere salvarte.
Sin embargo, el T-1000 recibe un fuerte golpe en la cabeza con una barra de metal que lo aleja de Sarah: se trata del T-800, quien ha logrado liberarse de los engranes a cambio de perder su brazo atrapado y sostiene con el brazo restante la barra de metal con la cual lo golpeó. Sarah, casi al borde del colapso por sus heridas, logra ponerse de pie y se aleja de ahí mientras los otros dos pelean; el T-1000 esquiva los "batazos" de la barra, se acerca a una viga metálica suspendida en el aire por cadenas y se la avienta al T-800, quien es aplastado contra la pared con ella y esto rompe su pecho metálico y lo hace tirar la barra al suelo; la viga regresa como péndulo hacia el T-1000 y él la usa repetidas veces contra el T-800, quien recibe cada vez más daño con cada golpe hasta que no puede mantenerse en pie, se inclina y eso provoca que la viga casi aplaste por completo su cráneo metálico contra la pared, lo que descarna la mitad derecha de su rostro y daña su CPU. El T-800 cae al suelo y comienza a arrastrarse lenta y lastimosamente; a pesar de su mal estado, su ojo derecho, descarnado y rojo, brilla con determinación. Sin embargo, el T-1000 sujeta la barra metálica con la que lo atacaba, se acerca al T-800 y se la entierra con mucha fuerza por la espalda hasta atravesar el piso de reja metálica en donde están parados, por lo que lo deja clavado ahí. Momentos después, el ojo rojo del T-800 se apaga y el Terminator se queda inmóvil.
Mientras tanto, John sigue buscando una salida pero se detiene al ver que ha llegado casi a la orilla de un contenedor que abajo, en su interior, tiene metal fundido que arde al rojo vivo. Luego, él escucha el llamado de su madre a sus espaldas.
Sarah: ¡John! ¿Me escuchas? ¡¿Dónde estás?!
El sistema operativo del T-800 parece volver a funcionar de nuevo, debido a que su visión se enciende nuevamente, al igual que su ojo rojo; él se desentierra lentamente la barra que lo aprisiona jalándola hacia abajo y mira el lanzagranadas tirado a unos metros de él. Al mismo tiempo, en donde se encuentra, John voltea hacia atrás y mira a su madre malherida, quien camina de manera torpe hacia él.
John: ¡Mamá!
Sarah: Ayudame, amor...
Sarah sigue tambaleándose para llegar a su encuentro; John se dispone a correr hacia ella pero se detiene al ver a otra Sarah idéntica llegar por detrás de la primera Sarah; la segunda Sarah tiene un revólver. John duda sobre quién es la verdadera hasta que nota que los cascos de la primera Sarah parecen mimetizarse un poco con el piso del lugar. La segunda Sarah le da una orden en voz alta.
Sarah: ¡A un lado, John!
John: ¡Dispara!
John brinca para hacerse a un lado mientras Sarah comienza a dispararle repetidamente a la Sarah falsa, quien rápidamente toma la forma común del T-1000. La potencia de los disparos empuja al T-1000 paso a paso hasta llegar a la orilla del contenedor. Sarah, cuyos ojos brillan con la intensidad de las llamas, está a punto de rematarlo y obligarlo a caer al metal fundido cuando escucha el "click" del cartucho vacío de su arma. John corre hacia ella y la abraza mientras mira cómo el T-1000 comienza a recuperarse de los disparos. Sin embargo, escuchan pasos pesados a sus espaldas y, al voltear, ven al T-800 caminar lentamente hacia ellos mientras apunta el lanzagranadas hacia el T-1000. Sin decir nada, el T-800 dispara una granada que le estalla en el estómago al T-1000, la cual lo divide en dos pedazos metálicos de la cintura para arriba, como si fuera la cáscara de un plátano; el T-1000 los mira con mucha sorpresa, pierde el equilibrio y resbala de espaldas hacia el metal fundido del contenedor. En cuanto cae a la masa hirviente, el T-1000 comienza a generar un agudo chirrido aturdidor, casi como si gritara horrorizado; al mismo tiempo y mientras se derrite, empieza a mutar rápidamente y sin control en la apariencia de todas sus víctimas gritando, en un espectáculo perturbador que termina cuando su cuerpo se disuelve por completo en el metal fundido.
Sarah: ¿Estás bien, John?
John: Sí. ¿Tú?
Sarah: Viviré.
Ellos ven al T-800 caer al suelo tras haber hecho ese último esfuerzo titánico, por lo que Sarah y John se acercan a él.
T-800: Necesito vacaciones.
Ellos lo ayudan a levantarse y a acercarse a la orilla del contenedor, para asomarse dentro. El T-800 analiza el metal fundido con su visión térmica.
John: ¿Está muerto?
El Terminator termina de analizar y asiente levemente.
T-800: Aniquilado.
John recuerda algo, busca la mochila que tienen con ellos, la abre, saca el brazo metálico que robaron de Industrias Stark y se acerca a la orilla.
John: ¿Se derretirá también si lo lanzo?
T-800: Sí. Lánzalo al contenedor.
John obedece y avienta el brazo, el cual se hunde con lentitud en el metal fundido hasa desaparecer.
Sarah: Al fin terminó.
T-800: No, todavía queda un chip y también debe ser destruido.
El Terminator se señala su cabeza; John da un respingo y niega rápidamente.
John: ¡No, no, no! ¡Quédate con nosotros, estaremos bien!
T-800: Lo lamento, John. Mi chip debe ser destruido también, mi misión ha terminado.
Los ojos de John se llenan de lágrimas y comienza a llorar.
John: No lo hagas, por favor...
El T-800 voltea a mirarlo y fija su brillante ojo rojo en él.
T-800: Tiene que terminar todo aquí... o yo seré el futuro.
John: *niega* ¡Te ordeno que no lo hagas!
El T-800 se acerca más a John, quien se enfoca en el otro ojo, el que luce "vivo". El Terminator le seca una de las lágrimas con su casco.
T-800: Ahora sé por qué los ponies lloran, pero no puedo permanecer aquí.
Sin más que hacer, John abraza al T-800 con fuerza; él responde al abrazo. Luego, el Terminator se separa de John y le ofrece su casco a Sarah a modo de despedida. Ella choca su casco con un gesto firme y de respeto.
T-800: Adiós.
El T-800 ve un gancho metálico cerca que cuelga de una cadena, justo arriba del contenedor de metal fundido. El T-800 se acerca a él, pisa el gancho a modo de soporte y queda suspendido de la cadena con un brazo elevado sobre su cabeza mientras le da instrucciones a Sarah. Sarah entiende lo que tiene que hacer, así que toma un control y acciona el mecanismo con un botón; la cadena comienza a descender lentamente hacia la masa incandescente mientras John mira todo con ojos llorosos y desconsolado. Lo primero en entrar al metal fundido son sus piernas, seguido de su abdomen, hombros, cuello, cabeza y el brazo elevado hasta el final. El T-800 hace una última seña de aprobación con su casco antes de que éste desaparezca; desde la perspectiva del Terminator, el calor alcanza su CPU y su visión se apaga para siempre. Sarah abraza a John para reconfortarlo y luego ambos abandonan el lugar a la vez que escuchan sirenas a la distancia. Mientras se escabullen para huir sin ser vistos, Sarah piensa en silencio en todo lo que han vivido.
- Escena postcréditos:
Tony Stark se encuentra en su laboratorio acompañado de Lady; ambos parecen estar teniendo una conversación muy seria.
Lady: Te juro que jamás vi malas intenciones en Miles Dyson cuando me presentó su proyecto. Parecía muy entusiasmado.
Tony: Tan entusiasmado que se le ocurrió llegar de pronto a destruir todo lo que había hecho.
Lady: *suspira* Sigo sin comprender por qué lo hizo.
Tony: Sospecho que tal vez alguien le ofreció algo bueno a cambio de la información, aunque J.A.R.V.I.S. no pudo encontrar nada que lo inculpara de ser un "doble agente". De todas formas, no perdimos todo.
Lady: ¿A qué te refieres?
Tony crea un holograma extraído desde su computadora, en donde Lady ve planos virtuales del brazo metálico y del chip del Terminator.
Tony: El servidor tiene la particularidad de realizar respaldos constantes de manera automática de todo lo que se trabaja en Industrias Stark, y guarda la información en carpetas encriptadas. Tras el destrozo que hizo Miles, llamó mi atención la información en la que trabajaba y la verdad todo se ve muy prometedor... a excepción del nombre, no me agrada "Skynet". Retomaré su proyecto, pero le cambiaré el nombre.
Lady: ¿Cómo lo llamarás?
Tony no responde a la vez que se queda mirando fijamente los planos virtuales del chip y del brazo metálico.
- Segunda escena postcréditos:
Sugou, un pony que trabaja para los laboratorios de Ciudad Fortuna, se levanta antes del amanecer en un día normal de trabajo, se arregla con propiedad y de ahí camina hacia la estación de trenes en Ponyville. Justo al abrir las puertas, él mira con flojera un tumulto de ponies que también lucen apurados por llegar a algún lado, así que él tiene que meterse a la fuerza entre la multitud.
Sugou: Detesto tener que cuidarme de no arrugar mi traje en situaciones como ésta. Ojalá todos estos estorbos dejaran de existir.
El tren parte de Ponyville y gradualmente va vaciándose conforme llega a las siguientes estaciones. Para cuando Sugou va en dirección a Ciudad Fortuna, el tren está casi vacío, salvo por algunos pasajeros. El conductor del tren va tranquilo, en un día como cualquier otro, cuando se sorprende de ver un pony de facciones delgadas y crin lacia y larga caminando por las vías.
Conductor: ¡Por Celestia!
Él hace sonar el silbato del tren, lo que causa que el pony se detenga y voltee hacia allá: su mirada inexpresiva no refleja miedo ni sorpresa. El conductor, al ver que no reacciona, decide activar el freno, lo que causa un choque brusco de los vagones y la sorpresa de sus tripulantes.
Sugou: *gruñe* ¡¿Ahora qué?!
El tren sigue deslizándose y se detiene solo a un par de metros del pony, quien ni se inmuta ante el hecho de haber estado a punto de ser arrollado. Luego, el pony empieza a caminar hacia la locomotora, en donde el conductor se asoma.
Conductor: ¡¿Estás loco?! ¡Quítate de ahí!
Sin embargo, cuando el pony pasa caminando a su lado, el conductor abre los ojos con sorpresa y empieza a sentir un agudo dolor en el cuerpo que lo hace convulsionarse en el suelo. El pony se sube al primer vagón y su presencia parece crear lo mismo en los pasajeros más próximos. Sugou, en su vagón, se da cuenta que algunos pasajeros comienzan a brincar de los vagones para huir hacia el campo, así que decide ir a investigar a los vagones de enfrente. Él entra a otro vagón y se sorprende al ver al pony intruso junto con sus víctimas, que yacen en el suelo. Sugou luce confundido hasta que descubre la Cutie Mark del intruso: un número de serie que indica T-2022, encima de un logo circular que ya había visto en otro lado.
Sugou: Skynet. *sonríe emocionado* ¡Eres un Terminator! ¡Como el T-800! ¿Vienes del futuro, cierto?
El Terminator lo escucha, voltea hacia él y da la impresión de querer atacarlo, pero Sugou se muestra sonriente.
Sugou: ¡No me ataques! ¡Estoy de tu lado, Terminator!
T-2022: Negativo. Eres una forma de vida orgánica, no una máquina.
Sugou: ¡Eso qué importa! ¡Yo también quiero acabar con la vida en Equestria!
El T-2022 parece prestar atención en lo que dice, así que decide dejar de atacar.
Sugou: ¡Ese es el objetivo de Skynet!
T-2022: Negativo. Su objetivo es erradicar aquello que hace mal al planeta.
Sugou: ¡Y estoy de acuerdo! ¿Cuántas guerras hubo, hay y habrá por el control? ¿A quiénes se llevan entre las patas? ¡A los inocentes!
T-2022: Es por eso que debes ser aniquilado.
Sugou agita sus cascos con resignación.
Sugou: De acuerdo, de acuerdo, acepto mi destino, pero... ¿Qué dirías si primero te ayudo a aniquilar a miles... no, a millones de ponies, grifos y demás seres malvados con una simple acción?
Su propuesta parece intrigar al T-2022.
T-2022: Te escucho.
Sugou: ¡Bien! Pero primero...
Sugou lo mira de reojo y sonríe con maldad.
Sugou: Termina tu trabajo con el resto de los tripulantes de este tren.
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