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Al llegar finalmente a la edad para ingresar a la academia ninja de Konoha, el pequeño Ryoga sigue a su madre Meiling. Ella mira un edificio.
Meiling: ¡Bien! ¡Ya llegamos! *voltea a ver a Ryoga* Solo te puedo acompañar hasta aquí porque tengo un compromiso. ¿Está bien?
Ryoga: Sí.
Meiling: Bueno, ¡que tengas un gran día en la escuela!
Ryoga: Gracias.
Meiling se va trotando. Ryoga empieza a caminar en sentido contrario al edificio en el que debía entrar, así que se pierde y empieza a pedir indicaciones.
Ryoga: Disculpe, ¿hacia dónde está la academia?
Él sigue pidiendo indicaciones pero aún así no logra orientarse, al punto de llegar frente a la oficina del Hokage. Finalmente uno de los habitantes se apiada de él y lo acompaña hasta la entrada de la academia, así que Ryoga entra corriendo a clase, a la cual llegó tarde, se disculpa y soporta las risas de burla de sus compañeros.
En clase, Iruka les enseña algo de teoría mientras apunta en un pizarrón, lo que Ryoga anota con mucha atención en una libreta. Su compañero Ranma mira alrededor con flojera, luego mira a Ryoga a un par de asientos de distancia, hace un avión de papel y se lo avienta. El avión le cae a Ryoga en la crin, él lo toma confundido, ve la sonrisa burlona de Ranma e intenta lanzarselo de regreso, pero el avión se voltea a mitad del aire y le vuelve a caer encima.
Ranma: *murmura* Idiota.
Ryoga intenta lanzarselo otra vez, con el mismo resultado. Ryoga gruñe y lo avienta con todas sus fuerzas pero, para su mala suerte, éste se va volando directo hacia la cabeza de Iruka, quien siente el golpe y mira el avión molesto.
Iruka: ¿Quién lanzó esto?
Ranma: Fue Ryoga.
Ryoga: *gruñe* ¡Intentaba regresártelo! ¡Tú lo lanzaste primero!
Ranma: Pruébalo.
Iruka: Ya fue suficiente, Ryoga. Presta atención o tendrás que salir.
Todos los demás alumnos se burlan de Ryoga, a excepción de su compañero Mousse, quien no vio nada, y su amiga Ayaka. Ryoga se cruza de brazos y se encoge en su asiento apenado.
Iruka: Bien, suficiente teoría, ahora iremos a la práctica. Todos afuera.
En el patio de la academia, todos empiezan a hacer sus combates. A su familiar Ukyo le toca primero contra otra potranca mucho más grande mientras sus amigos la apoyan.
Ayaka: ¡Vamos, Ukyo!
Ranma: ¡Sí! ¡Tú puedes!
Ryoga: ¡Usa lo que aprendiste!
Ukyo: ¡Sí! ¡Mírenme!
Tras el saludo inicial, la potranca robusta empieza con un puñetazo. Ukyo intenta bloquearlo, pero ella la supera en fuerza y logra derribarla.
Ukyo: *se soba* Auch...
Ryoga: *se sorprende* ¡Fue un golpe muy duro!
Ranma: ¡No te rindas, Ukyo! ¡Tú puedes vencerla!
Ukyo: *se levanta* ¡Sí!
Ella se concentra más y usa su astucia para contrarrestar su falta de fuerza. Finalmente, Ukyo le gana y ambas chocan sus cascos para terminar la pelea con un saludo amistoso. Ryoga la mira asombrado.
Ranma: *aplaude* ¡Bien hecho, Ukyo!
Ryoga: *aplaude también* ¡Sí!
Ukyo: *mira a Ranma y se sonroja* ¡Gracias a todos!
Iruka: Ahora siguen Ranma y Ryoga.
Ryoga: *se sorprende* ¡¿Qué?! ¡¿Contra él?!
A pesar de sus esfuerzos, Ryoga pierde su combate contra Ranma, las clases terminan y todos ellos comen juntos, para después despedirse
Ryoga: Tengo que... volver a mi casa.
Ranma: *lo mira con flojera* ¿No quieres que te acompañe?
Ryoga: ¡No!
Ranma: *gira los ojos* Como quieras. Nos vemos después.
Todos se separan y Ryoga camina por su lado mientras piensa en su combate. Luego, él parece molestarse.
Ryoga: Ranma... Juro que un día te vencere.
Ukyo: ¿A dónde vas, Ryoga?
Él reacciona y se da cuenta que ha llegado a la salida de Konoha.
Ryoga: ¿Eh? A ningún lado.
Ukyo: *lo mira con flojera* Presta atención. *sonríe* Ven, te llevaré a tu casa.
Ella lo toma del casco para llevarlo. Ryoga se sorprende por eso y luego la sigue. Mientras caminan, ella muestra una sonrisa amable.
Ukyo: ¿Qué te gustaría que cocinara para llevar a la academia?
Ryoga: Yo... Lo que tú quieras.
Ukyo: Eso no es una respuesta. ¿Qué crees que te gustaría? ¿Qué crees que le gustaría... a Ranma?
Ryoga: Él una vez dijo que okonomiyaki.
Ukyo: Tienes razón, eso haré. Gracias por el consejo.
Ella le muestra una sonrisa dulce, así que Ryoga se sonroja un poco.
Ryoga: De nada.
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Al llegar finalmente a la edad para ingresar a la academia ninja de Konoha, el pequeño Ryoga sigue a su madre Meiling. Ella mira un edificio.
Meiling: ¡Bien! ¡Ya llegamos! *voltea a ver a Ryoga* Solo te puedo acompañar hasta aquí porque tengo un compromiso. ¿Está bien?
Ryoga: Sí.
Meiling: Bueno, ¡que tengas un gran día en la escuela!
Ryoga: Gracias.
Meiling se va trotando. Ryoga empieza a caminar en sentido contrario al edificio en el que debía entrar, así que se pierde y empieza a pedir indicaciones.
Ryoga: Disculpe, ¿hacia dónde está la academia?
Él sigue pidiendo indicaciones pero aún así no logra orientarse, al punto de llegar frente a la oficina del Hokage. Finalmente uno de los habitantes se apiada de él y lo acompaña hasta la entrada de la academia, así que Ryoga entra corriendo a clase, a la cual llegó tarde, se disculpa y soporta las risas de burla de sus compañeros.
En clase, Iruka les enseña algo de teoría mientras apunta en un pizarrón, lo que Ryoga anota con mucha atención en una libreta. Su compañero Ranma mira alrededor con flojera, luego mira a Ryoga a un par de asientos de distancia, hace un avión de papel y se lo avienta. El avión le cae a Ryoga en la crin, él lo toma confundido, ve la sonrisa burlona de Ranma e intenta lanzarselo de regreso, pero el avión se voltea a mitad del aire y le vuelve a caer encima.
Ranma: *murmura* Idiota.
Ryoga intenta lanzarselo otra vez, con el mismo resultado. Ryoga gruñe y lo avienta con todas sus fuerzas pero, para su mala suerte, éste se va volando directo hacia la cabeza de Iruka, quien siente el golpe y mira el avión molesto.
Iruka: ¿Quién lanzó esto?
Ranma: Fue Ryoga.
Ryoga: *gruñe* ¡Intentaba regresártelo! ¡Tú lo lanzaste primero!
Ranma: Pruébalo.
Iruka: Ya fue suficiente, Ryoga. Presta atención o tendrás que salir.
Todos los demás alumnos se burlan de Ryoga, a excepción de su compañero Mousse, quien no vio nada, y su amiga Ayaka. Ryoga se cruza de brazos y se encoge en su asiento apenado.
Iruka: Bien, suficiente teoría, ahora iremos a la práctica. Todos afuera.
En el patio de la academia, todos empiezan a hacer sus combates. A su familiar Ukyo le toca primero contra otra potranca mucho más grande mientras sus amigos la apoyan.
Ayaka: ¡Vamos, Ukyo!
Ranma: ¡Sí! ¡Tú puedes!
Ryoga: ¡Usa lo que aprendiste!
Ukyo: ¡Sí! ¡Mírenme!
Tras el saludo inicial, la potranca robusta empieza con un puñetazo. Ukyo intenta bloquearlo, pero ella la supera en fuerza y logra derribarla.
Ukyo: *se soba* Auch...
Ryoga: *se sorprende* ¡Fue un golpe muy duro!
Ranma: ¡No te rindas, Ukyo! ¡Tú puedes vencerla!
Ukyo: *se levanta* ¡Sí!
Ella se concentra más y usa su astucia para contrarrestar su falta de fuerza. Finalmente, Ukyo le gana y ambas chocan sus cascos para terminar la pelea con un saludo amistoso. Ryoga la mira asombrado.
Ranma: *aplaude* ¡Bien hecho, Ukyo!
Ryoga: *aplaude también* ¡Sí!
Ukyo: *mira a Ranma y se sonroja* ¡Gracias a todos!
Iruka: Ahora siguen Ranma y Ryoga.
Ryoga: *se sorprende* ¡¿Qué?! ¡¿Contra él?!
A pesar de sus esfuerzos, Ryoga pierde su combate contra Ranma, las clases terminan y todos ellos comen juntos, para después despedirse
Ryoga: Tengo que... volver a mi casa.
Ranma: *lo mira con flojera* ¿No quieres que te acompañe?
Ryoga: ¡No!
Ranma: *gira los ojos* Como quieras. Nos vemos después.
Todos se separan y Ryoga camina por su lado mientras piensa en su combate. Luego, él parece molestarse.
Ryoga: Ranma... Juro que un día te vencere.
Ukyo: ¿A dónde vas, Ryoga?
Él reacciona y se da cuenta que ha llegado a la salida de Konoha.
Ryoga: ¿Eh? A ningún lado.
Ukyo: *lo mira con flojera* Presta atención. *sonríe* Ven, te llevaré a tu casa.
Ella lo toma del casco para llevarlo. Ryoga se sorprende por eso y luego la sigue. Mientras caminan, ella muestra una sonrisa amable.
Ukyo: ¿Qué te gustaría que cocinara para llevar a la academia?
Ryoga: Yo... Lo que tú quieras.
Ukyo: Eso no es una respuesta. ¿Qué crees que te gustaría? ¿Qué crees que le gustaría... a Ranma?
Ryoga: Él una vez dijo que okonomiyaki.
Ukyo: Tienes razón, eso haré. Gracias por el consejo.
Ella le muestra una sonrisa dulce, así que Ryoga se sonroja un poco.
Ryoga: De nada.
