Diario de un pony

#PonyVocaloids


~Gakupo POV~

En esos momentos era el pony más feliz de Equestria: Spica había dado a luz a un hermoso unicornio varón de piel blanca. El médico nos dijo que estaba sano. Nuestros padres no tardaron en llegar y se turnaron para cargarlo. Silvermist y Amatista estaban muy contentas, y Terrence y Meiko también aunque ellos no lo demostraban de forma tan efusiva. Daba gracias a Celestia por que todo saliera bien, ahora tenía que avisarle a Kaito.


~Jack POV~

Match Point hizo caer a Ritzu y yo tuve que hacer lo imposible para no reírme: ¡qué torpe! Él se avergonzó mucho pero ella lo tomó con humor y gracias a eso Match pudo relajarse un poco. Yo los veía divertido cuando sentí una mirada sobre mí: al voltear noté que Mio era quien me miraba, pero ella se sorprendió al ver que la había descubierto y volteó hacia otro lado.

—¡Hola, Mio! —me acerqué a ella y la saludé.
—Hola, Jack... —me sonrió un poco.
—¿Cómo estás? ¿Ya no te tropiezas en las presentaciones?

Yo comencé a reír, pero ella no me hizo segunda y en su lugar bajó la miraba en silencio: la observé bien y noté en su rostro... ¿tristeza? Creí que mi chiste había sido gracioso. Dejé de reír.

—Lo siento —dije más serio—: no pienses que me estoy burlando de ti.
—Olvídalo, no es nada... —murmuró ella antes de alejarse.

Yo la vi partir: odiaba ver a alguien triste y más si era por mi culpa, así que la seguí.

—Ese día cantaste muy bien. También tocas muy bien el bajo.
—¿Eso crees? —me miró un poco.
—¡Sí! —sonreí— ¿Qué te pareció lo que hice a mitad de la presentación?
—¿Qué cosa? —la vi hacer memoria— ¿Lo de la nieve?
—¡Sí! ¿Verdad que estuvo bien?
—Sí, varios potros se divertían.

Estábamos platicando sobre eso cuando escuchamos un quejido de parte de nuestra mamá. Luego, ella salió de su cuarto.

—¡Elsa! ¡Jack! —nos llamaba asustada.
—¿Mamá? —Elsa se acercó volando rápidamente— ¿Qué tienes?
—¡E-el bebé! ¡Ya viene!

Todos los demás nos sorprendimos, y Elsa comenzó a entrar en pánico.

—¡Qué hacemos! —me preguntó a mí.

Comencé a pensar rápido: nuestro papá no había regresado, ¿qué iba a pasar? ¡Estábamos solo nosotros en casa, ¿y si algo salía mal?! ¡"Basta, Jack": debía guardar la calma!

—¿Sabes dónde queda el hospital? —le pregunté a Elsa.
—Sí, pero...
—Llévala.
—¿Eh? Jack...
—Iré por nuestros abuelos —le dije firme—: adelántate con ella, nuestros abuelos sabrán qué hacer.

Miré a nuestros amigos y les pedí que acompañaran a Elsa y mi mamá. Luego, salí de la casa y volé con todas mis fuerzas hacia Cloudsdale: esperaba que nuestro papá llegara pronto.


~Kaito POV~

Apenas estaba recuperándome del congelamiento que tuve momentos atrás: a mi jefe y a mí nos había alcanzado una fuerte tormenta de nieve mientras buscábamos el hielo para la heladería: fue gracias a un potro de nombre Storm que logramos salir a salvo, de otra forma no creo que lo hubiera contado. Me preocupé mucho por Elsa y Jack, pero por sobre todo por Winter: ella me necesitaba y yo estaba aquí, varado, en una cabaña en medio de las montañas. Para agregar algo más a la serie de eventos desafortunados, al parecer mi jefe se estaba resfriando. Una pony muy amable de nombre Lovely Hope no dejaba de atendernos, pero eso no me quitaba la preocupación: saldría de ahí en cuanto la tormenta terminara.


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~Rin POV~

Era mi turno de cortar el césped del jardín y regar las plantas. Cortar el césped era un trabajo pesado, pero me gustaba cuidar las plantas y sus flores. Estaba en eso cuando la sombra de alguien tapó el sol donde yo regaba: al voltear vi a Victoria sonriéndome.

—¡Vic!
—¡Rin!

Ambas dimos un grito y nos abrazamos con fuerza mientras reíamos: ¡me daba tanto gusto verla! Nos separamos y comenzamos a platicar felices.

—¡Cómo estás, Vic! —pregunté emocionada— ¿Vienes de visita?
—No —negó sonriente—: vine para quedarme.
—¿En serio? ¡Qué bueno!

La noticia me fascinó. Volvimos a abrazarnos: aunque nos mandábamos cartas cuando estábamos lejos no era lo mismo. Después de algunos minutos ambas nos tranquilizamos.

—¿Está Len? —me preguntó.
—Sí, está arriba en su cuarto —sonreí— Ve, sube a verlo.

Estaba segura de que Len se llevaría una gran y hermosa sorpresa.


~Len POV~

Estaba haciendo unas pruebas de edición de audio en mi cuarto, con los audífonos puestos: no se escuchaba mal. Tenía que arreglar mi cuarto pero me había quedado picado con eso. Hacía un paneo entre bocinas cuando sentí que alguien tocó mi hombro. Pensé que mi madre me regañaría pero, al voltear, abrí grandes los ojos.

—Tori.
—Hola, Len —me sonrió.

Me quité los audífonos de golpe y me puse de pie.

—¡Hola! ¿Q-qué haces aquí? —miré rápidamente alrededor y me di cuenta que mi cuarto se veía bastante desordenado: ¡debí hacer caso y arreglarlo antes!
—Acabo de llegar de Canterlot —ella no se había fijado en el cuarto—: regresé a vivir aquí.

La noticia me dejó asombrado.

—¿...Es en serio?
—¡Sí! —contestó feliz.

Del asombro pasé a la felicidad: la abracé con fuerza y la cargué un poco en el aire: suerte que yo era más alto. Tori solo reía.

—¡Me da tanto gusto! —confesé sonriente mientras la bajaba.
—A mí también me da gusto estar contigo. Qué bueno que no te olvidaste de mí.

La miré fijamente y luego le di un suave beso que ella respondió.

—Nunca —contesté.

Ella sonrió y juntó su mejilla con la mía. Respondí al cariño y luego ella se separó de mí.

—¿Qué quieres hacer? ¿Escuchamos música en tu cuarto?
—No, mejor salimos a dar un paseo —la saqué del lugar lo más pronto posible.


~Dark Saya POV~

Sentía como si me hubiera tragado una piedra que ahora tuviera en el estómago: por salvar a Silver del tornado, él me había descubierto.

—¿Quién eres, Krystal? —preguntó él sin dejar de mirarme a los ojos— Si es que te llamas Krystal en realidad.
—¿Estás lista, Krystal?

Volteé hacia un costado y vi que Nimble Mind y Rudeus se acercaban a mí. Nimble Mind miró a Silver.

—Hola, ¿puedo ayudarlo en algo?
—No —interrumpí—: él ya se va. Adiós, Silver Rocket.

Le di la espalda a Silver y me alejé caminando: no me sentía capaz de mirarlo a los ojos. De todas formas pensé que cuando empezara el programa de radio podría despejar mi mente.

Qué equivocada estaba...

El programa empezó como los días anteriores pero yo estaba en otro planeta: no entré al cue, mi mente estaba en blanco y no sabía de qué hablar, mi lengua se trababa, no terminaba las oraciones: fue un desastre. Rudeus optó por meter más música de relleno y disminuir la cantidad de "cápsulas" donde yo hablara y, al terminar, Nimble Mind y Rudeus se acercaron a mí preocupados.

—Krystal... ¿Qué pasó allá adentro? ¿Estás bien?
—Sí... solo he estado... cansada.
—Tal vez deberías tomar vacaciones —sugirió Rudeus.

Si yo hacía eso quizás Luna M00n caería de nuevo, y sabía que unas vacaciones no resolverían nada. Me despedí y volé de regreso al bosque. Justo había entrado cuando escuché una conocida voz tenebrosa que arrastraba las "s".

—Mi reina oscura...

Miré de reojo y vi a Cobra, quien estaba enrollado en una rama de árbol cercana.

—Hola, Cobra.
—¿Qué le sucede a su Siniestra Majestad? —bajó lentamente de la rama.
—Alguien que conozco... sospecha sobre mi "verdadero yo".
—Lo sé: el pegaso del Escuadrón Estelar.

Me sorprendió que Cobra supiera eso sin que yo se lo dijera, pero me sorprendió más lo que me dijo a continuación.

—Aléjate de ese pegaso.
—¿Qué cosa?
—No debiste abandonar tu disfraz para salvarlo...
—Si no lo hacía, él no hubiera sobrevivido.
—Pero has pagado un alto precio: mostrar tu verdadera identidad.

Cobra llegó hasta mí y subió por mi pata hasta enroscarse en mis hombros: odiaba esa sensación.

—Viniste aquí con una misión, mi reina —me susurró al oído—, y no es hacer amigos: estás aquí para deshacerte de Spica Star.
—Spica...
—Ese pegaso saboteará tus planes, ¿y para qué? ¿Qué crees que hará él cuando se entere quién eres en realidad?

Eso me hizo pensar: sería una tonta si creía que él me recibiría feliz y con sus alas abiertas. Cuando Silver Rocket se enterara quién era yo, acabaría temiéndome u odiándome.

—Tienes razón, Cobra. Me alejaré.
—Excelente decisión, mi reina: hay que apegarnos al plan.

Cobra desapareció entre humo oscuro y me quedé sola. Yo seguí pensando en lo que habíamos hablado, luego bajé la mirada y lo imité.

Al día siguiente fui a ver a Spica Star a la biblioteca: ahí me enteré que ella había tenido a su bebé y estaba en su casa, así que fui a verla. Al llegar vi a Gakupo acompañado de Meiko, Luka, Silvermist y otros amigos. Reconocí a una pony rosada de la cual no recordé su nombre.

—Hola —la saludé—. Tú eres... ¿Pinkie Belle?
—¿Eh? —comenzó a reír— ¡No! Yo soy Sweetie Pie.
—Cierto, lo siento...
—No te preocupes. ¿Tú eres Krystal, verdad? Spica me habló de ti: escuché que eres locutora de radio y que eres muy buena.
—Sí, gracias...

Me sorprendió un poco el hecho de que Spica "hablara de mí". Fui a ver a la nueva madre y la encontré mientras arrullaba a su bebé: era un unicornio blanco.

—Hola —saludé.
—Hola, Krystal —me sonrió al verme—. Ven, acércate.

La obedecí y me acerqué más: el potro se veía muy pequeño e indefenso. Los niños no eran lo mío pero éste en particular me causaba... ternura.

—Es muy lindo, Spica.
—Gracias. ¿Quieres cargarlo?

Me sorprendió, pero accedí. Ella me entregó a su hijo y lo cargué haciendo una "cuna" con mis alas.

—Hola —murmuré.

Él abrió los ojos y me miró: pude notar miedo en su mirada y de inmediato comenzó a llorar.

—¿Helios? —preguntó ella— ¿Qué pasa?

El potro no se calmaba, así que se lo regresé. Ella empezó a mecerlo y poco a poco se tranquilizó.

—Lo siento, Krystal: no sé qué pasó.
—No te preocupes. Debo irme, nos vemos después.
—Sí, adiós y gracias por venir —me sonrió.

Salí de la casa y comencé a caminar por Ponyville: ni siquiera el delicioso olor de los pays de manzana cercanos me ponían de mejor humor. Seguí caminando hasta llegar al lago, y recordé algo: me acerqué más hasta mirar mi reflejo en el agua.

Vi mi apariencia falsa: había llegado a Ponyville sin nada más que el deseo de vengarme y usé ese disfraz para hacer las cosas fáciles. Gracias a ese disfraz podía estar tranquila de que nadie me atacaría o rechazaría, había podido bajar la guardia y conocer aspectos de mí que jamás había conocido. "Sly Krystal" ocultaba lo que yo era por fuera, pero tal vez mostraba más sobre lo que de verdad era por dentro. Aún así, no era sincera con nadie... ni siquiera conmigo.

—...Must there be a "secret me" I'm forced to hide?

Recordé la canción de Meiko: finalmente la entendía. Finalmente me di cuenta de que tal vez algo realmente estaba mal.

—When will my reflection show... who I am inside?


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- Clousdale -

Una pequeña pegaso corria por las nubes a falta de la experiencia de volar. Disfrutaba de echarse a las cascadas de arcoiris y salpicar por todos lados. Finalmente en una de esas se lanza un clavado bomba en la alberca de arcoiris y salpica a todo pony cercano.

Pony: ¡Oye Twister controla a tu hija!
Twister: Lo siento chicos no tengo con quien dejar a Sugar Twist, debo traerla al trabajo
Pony: eso es porque tu hija es un desastre
Twister: ¡Hey, retira eso!
Pony: la verdad duele, pero ¿porque crees que nadie quiere ser su niñera? Tiene demasiada energia

Su padre era un pegaso quien trabajaba en la elaboración del clima, aunque hacía de todo su especialidad eran los tornados. En su juventud había sido un fuerte contendiente para un puesto con los Wonderbolts pero fue superado por otro pony.

Sugar Twist había nacido con rayas moradas alrededor de su cuerpo, y su crin de dos colores distintos. Tambien sus alas eran de un color distinto al de su cuerpo azul celeste. Todos quienes la conocían coincidian que era muy rara aunque la pequeña pony no le importaba. Ella solo queria jugar con los arcoiris y comer postres.

Twister: Vamos, Sugar Twist es hora de ir a casa (carga a la pequeña pony y la pone en su lomo)

No me siento bien @.@
Salvo

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Ritsu

Todo fue panico, cuando la mama de Elsa salio de su habitacion, diciendo que el bebe venia D: ayudamos a Elsa para llevar a su mama al hospital, al menos llegamos justo a tiempo, nosotros esperamos afuera mientras que Jack llegaba acompañado de mas familiares, mientras esperabamos...

Ritsu: Que nervios
Mugi: Si, pero debe ser emocionante n.n
Match: Por cierto Ritsu o.o
Ritsu: Dime o.o
Yui: Ritsu esta disponible para salir n.n
Match: Que?! No, yo no... bueno si... no se
Ritsu: -rie un poco- Solo si tu invitas la entrada y yo las palomitas n.n
Mio: Eso fue facil
Ritsu: Yui... -la mira feo lol- no vuelvas a hacer eso e.e
Yui: e.e lo siento, es que crei que... u.u
Match: n.ñ
Ritsu: Por cierto, como su lider ¿ya tienen algunas canciones escritas?
Mio: Tengo unas...
Mugi: Cierto, me hablaste de Dont say lazy la lei y me parece perfecta n.n te describe muy bien
Match: Y no tocan por las noches? Saben estaria bien que dieran una funcion en Clousdale
Ritsu: *-* Me leiste la mente
Yui: *-* Seria genial >.< pero...
Mugi: No se preocupen con un hechizo caminaremos en las nubes

Sweetie Pie

¿Saben quien vino a verme en el trabajo? Mi hermano mayor Souma *-* pedi un receso y sali a saludarlo

Souma: Sweetie, por fin te encontre, aunque crei que despues de obtener tu cutie mark regresarias a Canterlot a estudiar en la escuela de gastronomia
Sweetie: Ehh si lo pense pero quiero tomar algo de practica n.ñ ¿y tu como vas?
Souma: Es dificil con algunos contratiempos pero vamos superandolos, despues de que papà cerro en canterlot el pequeño negocio, creo que he mejorado
Sweetie: No he probado algo preparado por ti desde hace tiempo, cocina algo n.n
Souma: Claro
Sweetie: Y yo me encargo del postre

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Tengo una tarea bien rara pero padre lol me gusta esta maestría porque mis maestros piensan "fuera del molde" como yo xD

Bueno, sigamos con lo otro *se va a terminar*


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¡Salvando, salvando, salvando sin paraaar! (8)


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Salvo me salva lol me toca lavar los trastes por cierto e.e

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Spica

Nacio Helios, no sabia si naceria como Unicornio o pegaso, pero el me eligio para que fuera su madre, me siento bien por eso, regresamos a casa, vi de nuevo a Sly Krystal, cargo por un momento a Helios pero de repente comenzo a llorar, ella decepcionada me lo devolvio. Mire preocupada a Krystal no lucia como "ella" normalmente.

Recorde nuevamente el sueño de aquella noche, hasta que recibi la visita de Luka, ella se acerco a ver a Helios

Spica: ¿Quieres cargarlo? n.n
Luka: No creo que sea buena idea n.ñ
Spica: Anda, cargarlo
Luka: Bueno solo espero que no llore

Le pase a Helios para que lo cargara, el le sonreia

Takeshi: *se acerca y sonrie*
Luka: Mira Takeshi, no se puso a llorar
Takeshi: ¿Como se llama?
Spica: Helios
Luka: ¿Y como se te ocurrio tal nombre?
Amatista: De un sueño que tuvo antes de que naciera
Takeshi: ¿En serio?
Spica: n.ñ Algo asi
Luka: Pues no eres la unica que tuvo un potrillo, Winter tambien tuvo que ir al hospital, de hecho venimos de visitarla, tienen una nueva integrante, una potranca de nombre *Mira a Takeshi* ¿Como dijo que se llamaba? o.o
Takeshi: Anna n.ñ
Luka: Siii Anna!
Spica: Que bien! Pues ya estaremos visitandola, saldre a ver a la Princesa Twilight y a sus amigas para presentarles a Helios, y de mi sueño



Mio

¿Que puedo decir? He escrito una cancion y parece que la vamos a tocar, Match sugirio tocar en Clousdale, me da un poco de miedo las alturas pero creo que lo superare, me esforzare, hablando de esforzarme, he tenido en mi cabeza salir de viaje por unos dias con mis amigas, a un retiro musical o algo asi, solo que sera despues de la cita de Ritsu con Match

Yo me asome a ver que sucedia con la madre de Elsa y Jack, el ambiente parecia tranquilo hasta que Elsa salio a decirnos la buena noticia de que tenia una nueva hermanita de nombre Anna

Terrence

Estos dias han sido un poco emocionantes ¿saben? me desvelo Amatista, pero fue por una buena razon, Spica tuvo un pequeño potro de piel blanca, aun recuerdo cuando jugabamos en Canterlot Silver, Spica y yo, y ahora ya formo una familia, por un instante pienso en formar una con Rin, pero no estoy seguro, asi que mejor volvi a mis pensamientos, despues de tomar un breve receso en mi trabajo ahora con Rarity, fui a ver a Rin, de repente senti un fuerte abrazo proveniente de ella, jeje siempre me sorprende, ella se veia feliz, mas de lo normal, me conto lo que habia sucedido, Tori llego a Ponyville para quedarse

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(Mañana se pondrá bueno jeje lol)

~Gakupo POV~

Por medio de Luka y Takeshi me enteré que Kaito había tenido otra hija que se llamaría Anna, así que me acerqué a Spica.

—¿Podemos ir a casa de Kaito después de ir con la princesa Twilight?
—¡Claro! —dijo ella.

Y así, ambos nos fuimos con Helios al castillo de la princesa: Pinkie Pie le regalo globos mientras que las otras amigas de la princesa le hacían mimos. Helios estuvo contento en todo momento. Noté que Spica le intentaba contar algo a la princesa Twilight, pero al final no lo hizo. Después de un rato de que Helios fuera consentido por las ponys, salimos del castillo camino a la casa de Kaito.


~Jack POV~

¡Nació Anna! Desde el momento en que supe la noticia, quise conocerla de inmediato. Después de esperar lo que me pareció una eternidad, Elsa y yo pudimos entrar al cuarto donde nuestra mamá descansaba. Ella cargaba un pequeño bulto.

—¡Quiero ver! ¡Quiero ver! —empecé a revolotear por el cuarto.
—Jack, deja de hacer eso —me regañó Elsa.
—¡Oye, no eres mi mamá!
—Niños, vengan...

Nuestra mamá se acomodó para mostrarnos: Elsa y yo nos acercamos y vimos una bebé dormida.

—Es muy pequeña —fue lo primero que se me vino a la mente.
—Sí —Elsa la miraba sonriente.
—Ahora ustedes dos la cuidarán y jugarán con ella.

Lo de "jugar" podía prometerlo sin problemas. Miré a Anna: me pareció una bebé muy tierna, la cuidaría mucho y la haría feliz. Elsa y yo salimos del cuarto y nuestros amigos nos recibieron. Mi hermana y yo les platicamos y las chicas escuchaban muy atentas.

—¡Felicidades! —gritó Ritsu emocionada.
—Sí, felicidades Jack y Elsa —dijo Mio mientras me sonreía.
—Gracias, chicas —sonreí.
—Ahora tendrás que ser el hermano mayor celoso —me comentó Match.

A Ritsu le pareció divertido su comentario y rió un poco, pero a mí me aburría la idea de celar a mis hermanas. Poco después llegó el tío Gakupo con la tía Spica y un bebé unicornio.

—¡Tíos! —los saludé contento pero me sorprendí al ver al bebé.
—Hola, Jack, Elsa: conozcan a su primo Helios.
—¡Otro bebé! —gritó Ritsu.

Entre todos lo miramos: mi primo era muy risueño, seguro nos divertiríamos juntos cuando él fuera más grande.

—¿Cómo está tu madre? —me preguntó el tío.
—¡Bien! Está con Anna. Mi tío asintió y luego miró alrededor con duda.
—¿Y Kaito?

Ni Elsa ni yo supimos qué responder.

—No sabemos —dijo mi hermana con un tono de preocupación en su voz—: no ha vuelto.
—Debe estar ocupado —nos respondió el tío—, no ha de tardar.

Luego, ellos entraron a ver a mi mamá y escuché que platicaban. Helios conocería a su nueva prima Anna y estaba seguro de que le parecería linda como a mí. Luego, Match me platicó en voz baja que saldría en una cita al cine con Ritsu: me voy un momento y pasan esas cosas, ¡y ni pude estar para ver! Bah.


~Rin POV~

Le platiqué a Terry sobre la noticia de Vic, y a él le dio mucho gusto por mí: él sabía cuánto la extrañaba pero ahora estaríamos juntas de nuevo.

—¿Entonces ahora trabajará para Fleur desde Ponyville? —me preguntó él.
—¡Sí! Eso parece.

Hice que Terry se detuviera mientras miraba al frente: Len y Vic estaban paseando por la calle, muy juntitos y enamorados.

—Sí se ven felices —comentó Terry. Yo estaba de acuerdo y también estaba feliz por ellos.
—Sí Terry: tienes razón.
—Oye, Rin...
—¿Sí?
—Con mi trabajo he ganado suficiente dinero para empezar a construir mi casa.
—¡Qué bien! —sonreí al pensar en la idea.
—Y quería saber si...
—¿Qué cosa? —lo miraba atenta.

Él me miró de reojo indeciso y luego negó.

—No, olvídalo. Te diré después cómo voy.

No supe qué me quería contar: me decepcioné un poco pero tal vez sería una sorpresa.


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~Jack POV~

A mamá la dieron de alta del hospital y regresamos a casa con nuestra hermanita. Al llegar no vimos a nuestro papá y yo me preocupé: él nunca se tardaba tanto. Por lo mismo, tomé una decisión: afuera de la casa miré hacia el paisaje y vi a lo lejos las montañas nevadas, por lo que abrí mis alas y comencé a volar hacia allá.

—¡Jack!

Miré de reojo hacia atrás y vi que Elsa me seguía: me había descubierto.

—¿A dónde vas, Jack?
—¡A buscar a papá!
—¿Qué? ¿Tú solo? ¡No puedes!
—¡Claro que puedo! ¡Regresa a la casa!

Pero Elsa no me obedeció.

—¡No puedes ir solo! ¡Al menos yo iré contigo!

No me importaba si iba ella o no: lo que me importaba era no perder más tiempo. Sabía lo peligroso que podía ser el hielo para alguien que no tenga el cuerpo adaptado para soportarlo.


~Kaito POV~

La tormenta al fin había pasado. Yo me sentía recuperado pero mi jefe había pescado un resfriado. Cerca de nosotros estaba Lovely Hope, quien le daba de comer papilla a una pequeña potra bebé. Al hacerle plática me había enterado que la pequeñita era ciega de nacimiento, pero fuera de eso estaba muy sana. Miraba a ambas cuando Storm se acercó a mí.

—Afuera ya está despejado —dijo él con seriedad—. ¿Viven en Ponyville?
—Sí —contesté.
—Entonces los escoltaré hacia allá.

A pesar de todavía ser un potro, Storm mostraba mucha fortaleza y determinación. Mi jefe y yo tomamos nuestras cosas, nos despedimos de Hope y le agradecimos su hospitalidad, y seguimos a Storm hacia afuera.


~Dark Saya POV~

La tarde daba paso a la noche y no estaba segura si volver a la estación de radio o enfocarme en mi misión: rara vez mi mente estaba tan revuelta como en esa ocasión. Cuando vi que los ponys comenzaban a entrar a sus hogares, decidí caminar por la calle. Sí estaba segura de algo y era que no quería encontrarme con nadie, mucho menos con Silver.

—Es hora, mi reina oscura...

Escuché el eco de la voz de Cobra. El mensaje no había sido claro pero supuse a qué se refería, así que empecé a correr en dirección a casa de Spica. Había acertado: en cuanto llegué vi cómo la ventana de un cuarto era rota por dentro y salía de ahí un humo oscuro que tenía envuelto a Helios, el hijo recién nacido de ella. El bebé lloraba asustado.

—¡Helios! —escuché el grito de Gakupo desde adentro.
—Vamos, mi reina...

El humo negro avanzó a gran velocidad hacia el bosque Everfree así que lo seguí volando. Justo en la entrada del bosque, Cobra se materializó mientras tenía sujeto a Helios con su cuerpo.

—¿Qué estás haciendo? —le pregunté.
—Te tengo buenas noticias, mi reina —me explicó con su siniestra voz—: este potro tiene una habilidad excepcional.
—Sí, algo así había detectado antes... —recordé cuando lo había visto por primera vez.
—El punto es que este bebé puede ser usado para el mal —Cobra parecía muy complacido.
—¡Helios!

Spica Star y Gakupo llegaron al sitio corriendo. También estaba Amatista con ellos.

—¡Krystal! —me llamó Spica al verme.
—Creo que ya no es necesario que uses más ese disfraz, mi reina...
—¿Eh? ¿De qué está hablando? —preguntó Gakupo con una mezcla de enojo y confusión.

Cobra me había puesto en evidencia así que no tenía caso disimular: me rodeé de niebla negra y luego tomé mi apariencia real. Tanto Spica como Gakupo me miraron sorprendidos, y Amatista se ocultó detrás de ella.

—¡Dark Saya! —dijo Spica.
—¡Devuélvanme a mi hijo! —nos exigió Gakupo.
—Ya es tarde para pedir eso —respondió Cobra con un tono burlón. El potro no dejaba de llorar.
—¡Por favor! —rogaba Spica mientras me miraba— ¡Haré lo que me pidan pero no lo lastimen!
—Es tu oportunidad, mi reina —me miró Cobra—: haz que se cumpla tu voluntad.

Yo avancé un poco y luego me detuve para mirarlos de frente: Gakupo se había colocado delante de Spica y lucía muy enojado pero incapaz de hacer algo contra mí, mientras que Spica parecía muy preocupada y asustada: era la imagen que tiempo atrás había soñado con ver. Después de unos momentos, me volteé hacia Cobra y le apunté con mi cuerno.

—Suéltalo, Cobra.
—¿Mi reina? —me miró confundido— ¿Qué acabas de decir?
—He dicho: devuélveles a su hijo ahora. Esa es mi voluntad.

Escuché sonidos de asombro por parte de Spica: estoy segura que ni ella ni Gakupo esperaban eso. Cobra me miraba fijamente: de la sorpresa pasó al enojo.

—Estar con ellos te ha corrompido, Dark Saya...
—¿Qué esperas, Cobra? ¿Desobedecerás las órdenes de tu reina?
—Con este potro en mi poder: no necesito una reina.

De pronto, todo se volvió oscuro y me quedé sola. Miré alrededor y me di cuenta que ya no estaba en el bosque.

—¿Cobra?

Empecé a avanzar y no llegaba a ningún lado: luego, aparecieron cuatro paredes y un techo que me dejaron encerrada por completo.

—¿Qué es esto?

¡Las paredes comenzaron a avanzar hacia mí como si intentaran aplastarme! Con eso recordé de pronto mi miedo a los espacios cerrados... Miedo... 

—¡Esto es una de tus ilusiones, ¿verdad, Cobra?!

No podía creer que él usara sus poderes contra mí, ¡su reina! Cobra se volvía poderoso con los sentimientos negativos de los ponys como la ira y el odio pero, por sobre todo, el miedo. Las paredes se acercaban cada vez más y eso me hacía sentir aislada y sola, pero para calmarme decidí pensar en las cosas buenas que me habían pasado: recordé el delicioso olor y sabor del pay de manzana recién horneado. Recordé la salida al Karaoke donde todos, conocidos y no conocidos, me aplaudieron. Recordé las risas con Nimble Mind y Rudeus en el programa de radio. Recordé la salida con Meiko para comer esos deliciosos rollos de canela. Recordé a Aquamarine, quien me admiraba por mi trabajo de locutora y con eso recordé a Silver Rocket, quien había hecho mucho por mí y me había hecho sentir cosas que jamás había sentido por alguien. Recordé a Spica, mi enemiga, sonriéndome y tratándome como una amiga.

—La verdad... —dije para mí—, en Ponyville nunca estuve sola.

Eso me tranquilizó. Segundos después, yo estaba de vuelta en el bosque. Miré a Spica y Gakupo y  vi que estaban en un trance, Amatista no se veía por ningún lado. En lugar de ayudarlos preferí ir tras el rastro de Cobra: al fin que ellos ya se habían liberado una vez de su ilusión y no tardarían en hacerlo de nuevo. 

Para poder seguirlo transformé mi cuerpo en humo oscuro y volé rápidamente por el lugar hasta que lo detecté: él se había detenido en la copa de un árbol y el hijo de Spica no dejaba de llorar, lo que aparentemente le molestaba.

—¡Cobra! —dije tras reaparecer.

Él me miró con reproche, como si yo tuviera la culpa de algo.

—Tanto tiempo me esmeré porque tú estuvieras a salvo de los demás: de los ponys mentirosos y crueles. Esos mismos ponys que te rechazaron cuando eras joven...

Gracias a sus palabras comencé a recordar mi pasado: tiempo atrás, cuando yo era una Alicorn potra, miraba por el balcón del castillo de Sym-pony hacia afuera. Abajo en los jardines había un grupo de potros que jugaban con una pelota. Yo los miraba fijamente con la intención de que me notaran y me invitaran a jugar. Finalmente, una unicornio sintió mi mirada, volteó a verme y me sonrió de forma amigable: era la futura madre de Miku.

—No te asomes, princesa.

Volteé hacia atrás y vi a Cobra.

—Ven acá, princesa... Aléjate del balcón.

Yo dejé el balcón y me acerqué caminando hacia él muy desanimada.

—Ya no quiero estar aquí arriba, yo sola... —murmuré— ¿Por qué no puedo salir a jugar?
—No es seguro ir con los habitantes de Sym-pony, princesa —él se deslizó por el suelo hasta subir a mis hombros—: ellos son malos y tienen envidia de tu poder.
—¿Envidia?
—Sí. Por eso: jamás te invitarán a participar en nada. No te quieren, recuérdalo siempre...

Ahora que lo notaba: los habitantes de Sym-pony no me habían despreciado.

—¡Tú! —le grité a Cobra después de volver al presente— ¡Tú llenaste mi cabeza de ideas, y mi corazón de veneno!
—Intentaba protegerte...
—¿Intentabas protegerme de qué? ¡Yo necesitaba protección, pero de ti!

Preparé un hechizo para atacarlo: ¡ahora sí estaba furiosa! Y él lo notó, así que optó por salvar su patético pellejo y lanzó al potro desde la copa del árbol hacia el suelo.

—¡No! ¡El bebé!

Me lancé en picada —las enseñanzas de Silver eran muy útiles— y conjuré un hechizo hacia el potro para frenar su caída. Lo logré y así pude alcanzarlo. Una vez que estuvo a salvo entre mis alas, volteé hacia la copa del árbol: Cobra había desaparecido.

—Víbora cobarde...

El potro lloraba muy asustado, así que comencé a mecerlo en mis alas con suavidad: sabía que no era buena con los niños pero debía intentar algo.

—Ya bebé... Helios, estás a salvo, no llores...

Me vino a la mente una canción de cuna que mi madre me cantaba, así que canté en voz baja lo poco que recordaba. Él me miró y poco a poco comenzó a calmarse. Yo le sonreí un poco.

—¡Helios!

Spica llegó volando a toda velocidad pero aterrizó a un par de metros de distancia de nosotros: ella miró a Helios y luego me miró a mí, quizás esperaba a ver qué haría yo. Suspiré y caminé hacia ella.

—Aquí está tu bebé —se lo ofrecí—. Está entero.

Ella me miró con sorpresa pero lo tomó con rapidez: Helios ahora sonreía, y ella mostró mucho alivio en su cara. Todo lo malo había terminado.

—¡Dark Saya!

Miramos al frente y yo me quedé helada: la princesa Celestia volaba a gran velocidad hacia nosotras. Era seguida por otra Alicorn púrpura que jamás hacía visto y ésta a su vez era seguida por cinco ponys hembras: dos normales, dos pegasos y una unicornio. Lo que reconocí en todas fueron los famosos Elementos de la Armonía. Amatista corría detrás de todas ellas: seguramente había ido a avisarles sobre el problema.

—¡Princesa Celestia! ¡Princesa Twilight! —le escuché decir a Spica.
—¡Así que eres tú! ¡Es suficiente! —me dijo quien supuse yo sería la "princesa Twilight": ella me miraba desafiante mientras la princesa Celestia me miraba con severidad.
—¡Dark Saya! —dijo Celestia con una voz que sonaba intimidante —Intentas robar al hijo de la princesa Spica Star y eso no lo puedo permitir. Por la maldad de tus acciones pasadas y presentes: ¡te condeno al exilio eterno en la luna!

Yo no intentaba robar al bebé, pero sabía que no me escucharía. Ella comenzó a conjurar un hechizo en su cuerno. A pesar de que yo era muy poderosa, no tenía comparación con Celestia misma: sabía que ella me dejaría encerrada en la luna para siempre... Encerrada y sola, justo lo que más temo. Cerré los ojos para esperar mi castigo: solo deseaba que todo acabara rápido...



*-*-*-*-*-*-*
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- Clousdale -

Un nuevo día había comenzado y Sugar Twist se levantó muy temprano y comenzó a correr por toda la casa. Su padre aún dormía. Mientras corría se topó con la cocina, su padre y las niñeras que había tenido siempre le habían prohibido entrar a ella pero no entendía el porque. Y ella era algo rebelde y entre más le prohibían más tentación le daba.

Su mirada pasó por toda la cocina y entonces vio algo delicioso...ese bote de cristal que contenía un montón de galletas con chispas de chocolate se encontraban arriba del refrigerador. A ella le encantaban, su padre le compraba siempre un bote en Ponyville.

- Wow, quiero galleta - se dijo la pequeña y agitó las alas pero estas aún no le respondían como quería se elevó sólo unos 5 cm del piso pero cae

No quería desobedecer a su padre pero ya estaba hechizada por esas tentadoras galletas con chispas de chocolate así que despacio y en silencio entró por la cocina y arrastró una silla de madera hasta topar con el refrigerador pero aun no era suficiente para alcanzarlas.

Comenzó a agitar rápidamente las alas y comenzó a elevarse de nuevo pero hacía tanto esfuerzo por mantenerse en el aire y subir que de pronto dos mini tornados comenzaron a formarse debajo de sus alas.

- Waaaaa ¿que es esto? - la pequeña pony quedó muy sorprendida que dejó de aletear y esto provocó que los dos mini tornados salieran disparados sin control por la cocina, no destruían nada pero si tiraban las cosas. La pequeña pony cayó sobre la silla la cual golpeo el refrigerador que hizo una vibración lo suficiente para que el frasco que contenia las galletas se cayera encima de Sugar Twist.

Tanto ruido despertó a su padre quien de inmediato apareció en la puerta de la cocina y vio a Sugar bañada en galletas de chispas de chocolate mientras la pequeña comenzaba a comerlas metiendose a la boca varias a la vez.

La pequeña no había visto al padre hasta que este se paro frente a ella con el ceño fruncido, Sugar Twist solo le sonrio nerviosamente y con las orejas hacia atras.

- ¿Que te he dicho sobre entrar aqui, Sugar? -

- ¿Perfo forque no fuedo eftrar aqui? - pregunto Sugar

- En primera no hables con la boca llena y en segunda sabes que tienes un problema con las cosas dulces, solo puedes comer una galleta al dia no tres ni todo el frasco...anda ve a tu habitacion debo preparar el desayuno y...limpiar aqui...otra vez -

La pequeña pony salio enojada de la cocina y se dirigió a su habitacion, estando en ella se acostó en el balcón.

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D:
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Spica

Comenzamos a ver como la Princesa Celestia comenzaba a usar su hechizo contra Saya, le pedi a Gakupo que cargara a Helios, mientras que yo me interpuse entre Saya y la Princesa Celestia

Spica: No, no pueden hacerle esto a Saya
Saya: *Abre sus ojos y alza su cabeza* Spica!
P. Celestia: Pero ella cometio un error
Spica: Pero ella se revelo contra Cobra, ella... *voltea a verla y le sonrie* Ella demostro todo lo contrario, ella devolvio a Helios a salvo, ella lo salvo de Cobra, en este tiempo que la conoci cambio al estar aqui en Ponyville, ella ahora tiene amigos que se preocupan por ella
Twilight: *baja un poco su cabeza* Suena como... *alza su cabeza* Yo! Como cuando llegue aqui, asi como Discord cambio al ser nuestro aliado, ella tambien descubrio la amistad!
Spica: Fue engañada por Cobra, no es su culpa, yo... yo la perdono por lo que hizo *Mira firmemente a Celestia*
Twilight: El hacer amigos cambia a los demas
Spica: Incluso si tienes un oscuro pasado *se coloca a lado de Saya* Ahora ella es mi amiga *sonrie* su corazon es puro y se que no va a dañar a alguien en un futuro
Saya: ¿Estas segura?
Spica: *asiente* Si



Terrence

Quise decirle a Rin sobre formar una familia, pero... me arrepenti, creo que sera mejor decirselo en otro momento o tal vez hablar primero con su hermano ¿pero que tal si me dice algo o..?

Silver: *rie un poco* Tu diselo n.n
Terrence: ¿Tu crees? *mueve un poco su pata*

Mio

Ritsu fue a su cita con Match, bueno segun ella es una salida de amigos, Yui se le ocurrio seguirlos pero creo que es mejor estar en nuestros asuntos n.ñ bueno como ella es la lider supongo que el dia esta libre -.-U

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Salvo

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En las montañas nevadas, Storm jala el trineo y desciende una pendiente mientras es seguido por Kaito y su jefe, quien no deja de estornudar. El perro compañero del jefe también los sigue.

Jefe: Se me congelan los cascos de nuevo...
Storm: No se preocupen, estamos a punto de llegar.
Kaito: Sí, gracias.
???: ¡Papá!

Kaito voltea para ser abrazado por Jack, quien llegó volando. Elsa también hace lo mismo.

Ambos: ¡Papá!
Kaito: ¡Niños! *sonríe y los abraza, pero luego se separa* ¿Qué están haciendo aquí?
Jack: ¡Quise venir a buscarte! ¡Tuve un mal presentimiento!
Kaito: ¿Ah, sí? *suspira* Quedamos atrapados en una tormenta de nieve.
Ambos: *se preocupan*
Kaito: Pero Storm nos ayudó. *voltea a ver al potro* Storm: ellos son Jack y Elsa.
Jack: ¡Hola! :D
Elsa: Mucho gusto. *sonríe un poco*
Storm: Igualmente... *mira a ambos y fija su mirada en Elsa*
Elsa: *Se pone algo nerviosa y desvía la mirada hacia Kaito* Nos alegra mucho verte bien, papá. ¡Ah! Ya nació...
Jack: ¡Anna! ¡Nació Anna!
Kaito: ¿Qué? *se  preocupa* ¿Y qué hicieron?
Jack: Fui por los abuelos mientras Elsa ayudó a mamá a ir al hospital.
Elsa: *asiente* Nos asustamos pero todo salió bien.
Kaito: Con más razón debo apurarme en llegar. *mira a Storm* Muchas gracias por toda la ayuda.
Storm: *lo mira serio* No lo agradezca, uso mis habilidades para proteger a los demás.
Kaito: *sonríe* Llegarás lejos. *mira a Jack y Elsa* Vamos ya.
Ambos: ¡Sí!



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¡A salvar se ha dicho!


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~Match POV~

Como Ritsu había aceptado salir conmigo en una cita, ahora estaba feliz pero nervioso: ¿y si la pasaba mal conmigo? ¿Qué tal si la película era aburrida para ella? ¿O si las palomitas no sabían buenas? ¿O si un pony obeso se sentaba delante de nosotros y no nos dejaba ver? Respiré profundo y me tranquilicé... o eso intenté.

Salí de mi casa en Cloudsdale y descendí volando hacia Ponyville: no sabía si Ritsu vivía en Cloudsdale o en Ponyville... me había dado pena preguntarle. En su lugar quedamos de vernos en la plaza para de ahí ir juntos al cine. Hacía círculos en el suelo con mi pata.

—Calma, Match: ella no te va a comer o algo...


~Dark Saya POV~

No podía creer lo que estaba escuchando, o más bien: lo que Spica decía de mí. La primera vez que nos conocimos yo hice enfermar a casi toda la aldea de Sym-pony y, sin embargo, ella ahora confiaba en mí y aseguraba que no dañaría a nadie...

Lo cual podía ser cierto.

Comencé a pensar en las cosas malas que hice y todas fueron por resentimiento y por los malos consejos de Cobra: creía que obtendría placer después de dañar a los ponys pero, a diferencia del Rey Sombra, no me sentía mejor después de eso. De hecho, me sentía más frustrada: haber estado en Ponyville y poder vivir mi vida en libertad era lo que de verdad me había hecho feliz: convivir con Spica, con Gakupo, con Meiko, con Luka y Takeshi, con Winter y Kaito, con Aquamarine, con Silver Rocket...

—¿Qué tienes que decir al respecto, Dark Saya? —Celestia interrumpió mis pensamientos.
—Yo... —parpadeé, miré a Spica y luego sonreí un poco— Ella tiene razón. Hacer daño no me hace feliz: tener amigos sí.

Sujeté a Spica con un ala y la atraje hacia mí para darle un abrazo: me di cuenta que ella no lo esperaba porque su cuerpo se tensó y no supo bien qué hacer... No dejaba de ser algo torpe a veces. Celestia nos miró con detenimiento y luego sonrió un poco.

—De acuerdo. Dark Saya: levanto el castigo que te impuse. Puedes quedarte aquí —dijo antes de voltear a mirar a Twilight—: creo que todo se ha arreglado.
—¡Hagamos una fiesta! —gritó una pony rosada de particular voz chillona y desesperante para mí.

Ellas platicaron un poco y luego se marcharon. Amatista se acercó a mí.

—Lo siento —dijo ella. ¿La dragona se estaba disculpando conmigo?—. Yo pedí ayuda de las princesas pero no sabía que tú no intentabas dañar a Helios.
—¿Helios? Jah, me gusta hacer maldades a los potros pero no es para tanto: no le hubiera hecho daño.

Gakupo se acercó con su hijo: el padre parecía muy confundido por lo rápido que pasaban las cosas, pero el potro sonreía y parecía contento.

—Tal vez Cobra intente volver por él— fui franca con Spica.
—Lo sé, y me preocupa...
—Pero no se acercará si yo estoy cerca —agregué.

Ella volteó a mirarme.

—¿Me ayudarás a cuidarlo?
—¿Eh? Bueno, yo...
—Podrías ser su madrina.

Spica dijo eso con una sonrisa, y yo me sorprendí mucho: usualmente las hadas tenían fama de ser las madrinas, no las reinas malvadas...

—¿Qué dices? ¿Aceptas? —Spica me miraba atenta.

Gakupo y Amatista estaban en silencio. Yo miré a todos y luego miré a Helios, quien también me miraba y reía: tenía un encanto especial sobre mí.

—Acepto.

Yo le sonreí un poco al potro pero luego me sobresalté al pensar en algo.

—¡El programa de radio!
—¡Cierto! —dijo Spica— Todavía estás a tiempo si te apuras.

Volví a tomar mi forma de Sly Krystal y volé con todas mis fuerzas hacia la estación de radio. Al llegar, noté que Nimble Mind y Rudeus se veían muy estresados.

—¡Krystal! —me llamó Nimble casi gritándome— ¡Dónde estabas!
—Lo siento, arreglaba... unos asuntos personales.
—¡Estamos a punto de entrar al aire!
—Calma jefe —le sonreí—: mira con quién estás hablando, lo tengo todo bajo control.

Entré a la cabina y esperé el cue. Más al rato ya platicaba de forma animada, como siempre, pero había algo que estaba siempre presente en mi mente: todavía tenía asuntos pendientes por arreglar.


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~Dark Saya POV~

A la mañana siguiente Spica le contó a Meiko y sus demás amigos lo que había pasado por la noche. Meiko se sorprendió mucho cuando supo quién era "Krystal", pero Spica la tranquilizó y le explicó todo. Los demás también se sorprendieron un poco al saber la noticia, pero no vieron nada de malo en mí.

Afortunadamente los habitantes de Ponyville no me habían conocido en mis peores momentos pero los de Sym-pony sí: les había hecho mucho daño. Por lo mismo, decidí viajar hacia allá. Para evitar problemas durante mi viaje, hice el recorrido como Sly Krystal.

Al llegar a las afueras de Sym-pony tomé la decisión de enfrentar el problema sin mentiras ni apariencias falsas: volví a tomar mi apariencia de reina y entré a la aldea para caminar por la Calle de las Sirenas, en dirección al castillo. Los habitantes reaccionaron como yo esperaba: todos entraron en pánico y se encerraron en sus casas y negocios mientras yo pasaba.

Me di cuenta que hacía mucho menos calor de lo que recordaba: el dragón ya no estaba generándolo. Al llegar a la puerta del castillo, como era de esperarse, toda la Guardia Real me hizo frente.

—¡Qué es lo que quiere! —me preguntó un guardia con firmeza, aunque pude notar inseguridad en su voz.

No tuve que decir ni una sola palabra, porque una suave voz habló a sus espaldas.

—Déjenla pasar.

Ellos voltearon sorprendidos para ver a la princesa Miku.

—Te esperaba, Dark Saya —me dijo con una sonrisa.

Los guardias miraron a Miku confundidos, pero siguieron sus órdenes y me cedieron el paso. Luego, Miku me invitó a subir al salón principal, donde tenía una pequeña mesa con una tetera, tazas y galletas.

—¿Quieres una o dos cucharadas de azúcar para tu té? —me preguntó.
—Dos —yo miraba todo con curiosidad —. ¿Cómo es que tú...?
—Meiko me envió una carta en la mañana —me interrumpió y a la vez había leído mi mente—. Ella me explicó todo y luego dijo que vendrías.

Debía admitirlo: la mensajería entre dragones era bastante eficiente. Tal vez si conseguía un dragón, de preferencia de color negro... Hice a un lado ese pensamiento y tomé mi taza para beber un poco.

—Supongo entonces que ya sabes a qué vine —retomé la plática después de beber.
—No lo sé —negó ella y luego me miró fijamente—. Si tuviera que adivinar, pensaría que vienes a reclamar el trono de nuevo.

Dejé la taza sobre la mesita y la miré.

—No vine para eso.
—¿Ah, no?
—Vine a disculparme.

Noté que ella se sorprendió un poco pero luego se normalizó.

—El trono te pertenece —le expliqué—. Yo lo perdí hace tiempo y me lo tuve merecido.
—Pero ahora podría ser diferente...
—Sí sería diferente, pero no quiero reinar aquí.

Me alejé de la mesita y caminé hacia el balcón. Desde ahí me asomé a ver el panorama de Sym-pony.

—Pasé mucho tiempo vigilando desde este lugar —continué hablando—. Veía cómo todos hacían su vida sin mí. Yo no quiero observar a los habitantes: quiero vivir junto a ellos.

Miku se acercó a mi lado y miró al frente en silencio.

—Fui una reina cruel y mala por la influencia de Cobra, pero si él no hubiera estado, simplemente hubiera sido una reina triste.
—Entiendo lo que dices, Saya... —me sonrió— Entonces ve a vivir tu vida junto a los habitantes de Sym-pony, o los de Ponyville.
—Deberías intentarlo también, Miku.
—Mi destino está aquí. Me quedaré en el castillo, pero eres bienvenida cuando quieras a tomar el té conmigo: todos son bienvenidos.

La miré fijamente y luego sonreí un poco.

—De acuerdo, acepto la invitación y traeré a todos para que hagamos fiestas.
—¡Eso suena divertido!

Más al rato, ambas salimos del castillo: los ponys de Sym-pony y otras criaturas mágicas estaban reunidos alrededor. Algunos de ellos todavía me miraban con miedo.

—¡Habitantes de Sym-pony! —alcé la voz para que me escucharan— Muchos de ustedes me recuerdan, y recuerdan mis acciones. Vine hoy a disculparme con su princesa y con ustedes por los eventos desagradables que les hice pasar. He renunciado a mi mal comportamiento y he decidido tener una vida pacífica en Ponyville como un habitante más. Espero que, como yo, elijan olvidar el pasado y pensar en un futuro más prometedor.

Hubo un cambio positivo en su comportamiento: poco a poco dejaron de mostrar miedo y empecé a escuchar una gran cantidad de comentarios. Yo aproveché para voltear a mirar a Miku.

—Debo irme. Volveré en otra ocasión y espero que sea con compañía.
—Le mandas un saludo a Spica Star por mí —me sonrió.

Me abrí paso entre la multitud, en dirección a la salida de la aldea. Seguí caminando y escuché algo que me impresionó: los habitantes me cantaban una canción de despedida que solían cantarle a los integrantes del pueblo que partían a otros lados.

—"Vuela más alto, ¡más! Vete más lejos, ¡ya! De un solo trago bébete el azul del cielo".
—"Mucho más alto, ¡más! Mucho más lejos, ¡ya! Hasta encontrar el corazón del universo".

Era una canción para desear buena suerte: me sentí conmovida. Llegué a la estación de tren y lo abordé de regreso a Ponyville como Sly Krystal.

Cuando llegué a Ponyville ya era el atardecer. Para evitar el pánico de la noche anterior de Nimble Mind, fui a la estación para pedir esa noche como descanso. Afortunadamente Nimble Mind y Rudeus aceptaron: por los problemas anteriores ya habían preparado un "plan de emergencia" por si yo faltaba.

Al anochecer fui a la zona donde trabajaba el Escuadrón Estelar: todos volaban en el cielo de un lado a otro ocupados. Vi a Aquamarine volando junto a su amigo Nocturn y luego detecté a Silver Rocket, quien trabajaba apartado de todos los demás: me acerqué discretamente hacia allá. Esperé a que él terminara de desvanecer un poco de niebla para presentarme.

—Silver...

Él me miró y aterrizó en el suelo. No decía nada: solo estaba ahí, observándome. Me acerqué caminando mientras una niebla negra me rodeaba y, al llegar hasta él, ya tenía mi apariencia real. Noté su sorpresa, pero aún así dejó que yo hablara.

—Vine a darte respuestas.

Comencé a platicar sobre mis orígenes, sobre mi reinado en Sym-pony, mi destierro y mi regreso a reclamar el trono. Platiqué sobre mi llegada a Ponyville como Sly Krystal para perderme entre la multitud y poder acercarme a Spica para vengarme de ella. Justo en ese momento él me interrumpió.

—Sabía que no estabas siendo sincera.
—Lo sé —lo admití—, no podía, pero ahora ya sabes lo terrible que puede llegar a ser la pony que tienes delante de ti.

Traté de mirarlo firme a los ojos, pero la simple idea de que él se alejaría de mí primero por mentirle, y luego por conocer quién era, hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas y eso me obligó a desviar la mirada al suelo. Hasta entonces me di cuenta de cuánto me dolería dejar de verlo...


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- Clousdale -

Después del desayuno, Twister y Sugar Twist se dirigieron al trabajo de su padre. Pero esta vez no se dirigieron a la fabrica del clima sino fueron a juntarse a un grupo de pegasos

Voz: Muy bien, así que ¿estan listos?

Pegasos: Siiii

Voz: Muy bien, recuerden este tipo de clima es necesaria a veces para limpiar algunos desechos naturales pero hay que ser muy cuidadosos podría salirse de control y tornarse un desastre y quien mejor para controlar uno que nuestro querido amigo Twister

Los pegasos abrieron paso a Twister quien paso y detras de él iba Sugar Twist

Voz: Hola Twister tenía tiempo que no te veía (la pony pegaso le estiro el ala)

Twister: Lo mismo digo Rainbow Dash (tambien estira una de sus alas y ambos se estrechan las alas)

Rainbow Dash: ¿Quien es ella?

Twister: ella es mi hija, Sugar Twist

Rainbow Dash(mientras le despeinaba su melena a Sugar): Hola pequeña, creo que ya me han contado sobre ti jajaja Eres la "desastre" que dicen que eres

Sugar Twist se entristece por un momento

Rainbow Dash: Alguna vez tambien a mi me consideraron un desastre de muy pequeña jaja hasta que demostré esa Reinplosión Sónica, asi que no les hagas caso, tienen envidia de que eres diferente y diferente es siempre muy genial

A Sugar Twist le brillaron los ojos, era la primera pony pegaso de Clousdale, a parte de su padre, que no la consideraba un desastre, rara o un peligro

Rainbow: Muy bien amigos Ponys, en marcha no hay tiempo que perder

Twister: Sugar, tienes que quedarte aqui. Solo será por una hora...trata de no meterte en problemas *su padre le guiña un ojo*

Sugar Twist: Esta bien papá

Los ponys pegaso se elevaron por los aires y se dirigían más allá del Bosque Everfree. Sugar Twist odiaba quedarse quieta en un sólo lugar. Se dirigió a la fabrica del clima y se adentró a la zona donde se hacían los arcoiris y empezó a chapotear en los pozos con agua-arcoiris y salpicaba por todas partes

Pegaso guardia: Oye, no puedes entrar aqui si no esta tu padre Sugar Twist no queremos que provoques otro accidente

El pegaso guardia saca a Sugar Twist de la fabrica del clima

Pegaso guardia: Anda vete a tu casa

Sugar Twist se va triste hacia su casa no sin antes ser evitada por casi todo pegaso que hallaba en el camino lo cual la hizo entristecer más. Al llegar a su casa se volvio a acostar en el balcón de su habitación, en el horizonte podía ver un pequeño tornado a la lejanía, prueba de que los pegasos estaban haciendo bien el trabajo. Sólo deseo que su padre y esa Pony pegaso de color azul regresaran pronto.

Descripción de Sugar Twist
Sugar Twist - Es una potranca pegaso muy enérgica tanto que luego no sabe como controlarse. Ella nació con rayas de cebra color morado alrededor de todo su cuerpo. Tiene un gusto enorme por la comida especialmente la dulce sin embargo tiene un problema cuando come demasiados dulces...parece que su energía se duplica con esto. Su padre es un gran volador y trabaja en la fábrica de clima pero su especialidad son los tornados y es posible que Sugar Twist también haya heredado esa habilidad de su padre.

Aunque ella quiere hacer amigos no los tiene y nadie quiere acercarsele demasiado ya que según todo termina en desastre por su cantidad de energía de más y su rebeldía y los padres no dejan que sus hijos se junten con ella por ser demasiado rara. Aunque tiene el apoyo de su padre, ella se siente sola al no tener amigos.

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*suspira* Al fin terminé mi tarea. e.e

Salvo.


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